martes, enero 31, 2006

Subido a un árbol hacía el pino.



Subido a un árbol hacía el pino, desde esa perspectiva veía las cosas diferentes y a mí me encanta eso de ver las cosas distintas, se trataba del mundo al revés, este mundo tenía el tejado en el suelo y en el cielo el resto de la casa, mi madre tenía los pies en el cielo, que era el suelo, pero que éste a su vez estaba donde estaba el cielo, la ropa que estaba tendida en la puerta de la casa tenía las pinzas en el suelo que era el cielo y la ropa estaba mirando al lado contrario, total, un lío. Estuve así once minutos y treinta y seis segundos, aunque puede parecer poco rato si lo que estás haciendo es jugando con los amigos, si te escapas de casa y te vas a bañarte a las balsas, si estás intentando cazar pájaros, cenando o esperando que tu madre haga patatas fritas, bueno en este último caso también pasa el tiempo muy despacio. Pero si lo que estás haciendo es el pino encima de un árbol, es todo un record, yo nunca había estado más de seis minutos y cuarenta y seis segundos que fue la última vez que lo intenté, así que esto para mí era una gran hazaña, claro que “gran hazaña” lo que se dice “ gran hazaña” fue cuando aparecí en el suelo, que ya no estaba en el cielo, sino donde siempre había estado, de golpe y porrazo y nunca mejor dicho porque el golpe que me di fue tal, que me tuvieron que llevar a urgencias de urgencia, -Jesusico! Tás matao!- escuché decir a mi madre, me rompí un brazo, menos mal que fue el izquierdo, porque yo soy diestro, y si me hubiera roto el derecho hubiera sido una catástrofe aún peor, porque estar cuarenta y un días sin poder hacer nada hubiera sido imposible en mí, que no puedo estar parado más de dos minutos seguidos. La última vez que estuve enfermo pensé que me iba a morir todo el día panza arriba en la cama, que horror sin poder hacer nada y todo el mundo tratándome como tal, la “tatica” venía a visitarme y me daba pellizcos en la cara, no me quiero ni acordar, lo único bueno era que mi madre me preparaba el postre que más me gusta que es tarta de helado de chocolate con trufas, bueno esto último creo que lo soñé por la fiebre y eso. En fin, ahora solo pienso en curarme porque ya estoy pensando otra vez en cómo hacer el pino subido en un árbol y con la mano izquierda.

Fin.

Virginia Fernández.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde aquí, desde el suelo, que para ti es el cielo. Me has llevado al cielo de las letras, que quizá para ti sea el suelo. Pero date la vuelta de una vez, porque tienes que ver que éstas van muy altas.

Me gusta mucho y me has sacado una buena sonrisa, Vir. Felicidades.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Pero Jesusico está bien..no?
y la "tatica" era "pesá" como yo m la imagino?
Pero luego lo intentó otra vez...?
Mamica...sta noche pienso en él, para q cuando lo intente otra vez por lo menos se quede, aquí ,en el suelo...
Gracias VIR eres...mucho.

virginia dijo...

gracias Pablo, eres un cielo.

virginia dijo...

Dela,
Jesusico está bien sí,era muy travieso. Lo volvió intentar muchas veces y muchas más travesuras, tenía un hermano y siempre estaban inventando cosas, un día inventaron el cine y pusieron una taquilla y les cobraban a todos los chiquillos del pueblo. La "tatica" era muy pesá, era la hermana de mi yaya Carlota, y tenían aburrío al Papa Juan, entre ellas y la Chacha María, que era la otra hermana.
Muxu bat txori.

d dijo...

Me guardo la opinión para que no se te suba a la cabeza pero me ha gustado mucho, de verdad.

virginia dijo...

jijijiij..vale d..luego te la sonsacaré...!!!!!!!

DINOBAT dijo...

La hiperactividad causa estragos, si ha estado siempre en la tierra quizás es el cielo donde pertenezca...

Anónimo dijo...

Jesusico era de la panda del Pulga seguro. Preciosas, e inocentes letras, Virginia, u gusto leerte, mai fren. Un beso.

virginia dijo...

Pos seguro que sí Pokit in the pocket! je je. Hola mai fren. :).