martes, septiembre 02, 2008

ciudad-laberinto en clave de voz

Porque ya después de la llamada, la vida ya no era la misma, subirse al autobús tenía otros matices, otros colores diferentes, nada que ver con el momento justo anterior a esa voz tuya que me transportaba a otros lugares y paisajes. Esta ciudad se convertía entonces en una maravilla de lugar, esta ciudad-laberinto se volvía rectilínea y naranja. La ciudad se convertía en desconocida y dislocada. Se convertía en ciudad de pasajes acompasados, paisajes de noctámbulo, llenos de rincones, espacios abiertos, el mar, pensamientos, presentimientos, ilusiones y un largo etcétera que me convendría no recordar, un ritmo acompasado de mi corazón latiendo rápido, esperando volver a escuchar tu voz ronca y casual, en admiración y con connotaciones de tejado.

Texto: Virginia Fernández “Ciudad-laberinto en clave de voz”