domingo, agosto 23, 2015

23.08.15

Estar en casa
o en un campo de trigo.

(c) Virginia  Fernández. Poesía. Diarios.

Frida Khalo (1907-1954). Una perspectiva sobre su vida y obra.

Detalle del diario de  Frida Khalo.

Detalle de Autorretrato con mono y collar de serpientes. 1938, óleo sobre fibra dura.


A pesar de que nació en 1907, a Frida Kahlo siempre le gustó decir que el año de su nacimiento fue el de la Revolución Mexicana (1910). Tuvo una vida apasionante, llena de alegría pero a la vez de drama, su obra está basada en el detalle de su propia realidad y entorno mexicano. Colores, animales, su marido Diego Rivera, o la maternidad fueron también algunas de sus obsesiones. Desafortunadamente tuvo tres abortos, al principio los médicos creían que no podría tener un parto natural por la deformación de su pelvis causada por el accidente en el que se rompió la columna vertebral;  esto ocurría el 17 de septiembre de 1925 y marcará toda su vida. Su pasión por la pintura comenzó precisamente por la inmovilidad a la que tuvo que estar sometida. Posteriormente, le diagnosticaron una enfermedad llamada infantilismo de ovarios.


Accidente, 1926, lápiz sobre papel.

Detalle del cuadro Moisés o Núcleo solar. 1945, óleo sobre fibra dura.

En el año 1928 conoció a Diego Rivera, el que sería su marido durante toda su vida, no sin altibajos y divorcios, debido a las infidelidades de éste. Desde el principio Diego mostró un interés creciente por la obra de Frida y llegó a decir en varias ocasiones que era la mejor pintora de todo México.

El 21 de agosto de 1929 se unieron en matrimonio. Desde esta época Frida mostró un interés creciente por la cultura mexicana. Empezó a entreverse esto tanto en su vestimenta como en los detalles de sus lienzos; ya no eran fondos oscuros, sino llenos de colorido. También comenzó su andadura y pasión por el nacionalismo creciente.
Frida Khalo y Diego Rivera.

Frida Khalo


En los años 30 y 31 se instalaron en EEUU, a Diego le encargaron unos murales en San Francisco, Detroit y Nueva York. Frida siempre sintió una nostalgia extrema por México y por la Casa Azul de Coyoacán. Este estado de ánimo le impidió pintar lo que le hubiera gustado durante esa época.


La Casa Azul de Coyoacán, (México)


En el año 1934 volvieron de nuevo a México, y a principios de 1935, Frida abandonó la casa común debido a la infidelidad de Diego con su hermana pequeña Cristina. Se cortó el pelo y empezó a vestir de nuevo, como en su juventud, ropa masculina como plasma en algunos de sus lienzos.

Autorretrato con pelo cortado, 1940, óleo sobre lienzo.


En 1936 se incorporó a la lucha por la defensa de la República española.

En 1937, Trotsky llegaba al puerto de Tampico junto a su mujer, y Frida los instaló en la Casa Azul. Con él tuvo un breve romance al que Diego se encargó de poner fin. Por la misma época conoció a André Breton que definió su obra de surrealista. Sin embargo Frida siempre negó que su obra lo fuera, puesto que plasmaba en sus obras su propia realidad, no sus sueños.

A principios de 1938, preparó su primera exposición en Estados Unidos, y en enero de 1939 llegó a la capital francesa para preparar una exposición que le había prometido André Breton. Tuvo problemas con la organización de ésta. La familia Duchamp la acogió en su casa. El 10 de marzo de ese año se inauguraba la exposición finalmente, junto a otras obras mexicanas. El Louvre compró  Autorretrato “The frame” (1938). Actualmente esta obra se encuentra en el Museo Nacional de arte Moderno, Centro George Pompidou.

A finales de este mismo año, la pareja se vuelve a separar definitivamente. Frida tuvo varias relaciones conocidas y no conocidas con hombres y mujeres a lo largo de su corta pero intensa existencia.


Frida Khalo y Chavela Vargas.


El 17 de enero de 1940 tuvo lugar en México la inauguración de la Exposición Internacional del Surrealismo organizada por André Breton en la que Frida y Diego participaron, entre otros.

En 1941 se reencuentra la pareja y vuelve a casarse, aunque esta vez Frida puso la condición de la abstinencia sexual entre ambos, debido al dolor que le causaban las infinitas infidelidades de su marido. Sin embargo sus lienzos están cargados de soledad y declaraciones de amor hacia su marido. Su salud empeoraba por momentos, finalmente le amputaron una pierna, hecho del que nunca se restablecería.

Frida tuvo una personalidad dependiente, la soledad y la pintura fueron sus fieles amistades. En la última etapa de su vida debido a la medicación, alcohol y calmantes se puede ver cómo el detalle que siempre había cuidado en todos sus lienzos ya no lo era tanto.

Durante la primavera de 1953, su amiga y fotógrafa Lola Álvarez Bravo, organizó en su Galería de Arte Contemporáneo la primera exposición individual de la pintora mexicana. Los médicos le habían prohibido levantarse de la cama, pero ella asistió finalmente, haciéndose trasladar en su propia cama.

Frida estaba sumida en una depresión desde la última intervención  quirúrgica en la que perdió la pierna. Escribió en su diario: “ Me amputaron la pierna hace seis meses, se me han hecho siglos de tortura y momentos casi perdí la razón, sigo sintiendo ganas de suicidarme. Diego es el que me detiene por mi vanidad de creer que le puedo hacer falta. Él me lo ha dicho y lo creo. Pero nunca en la vida he sufrido más. Esperaré un tiempo.”

Se volcó en la política reintegrándose en el Partido Comunista en 1948; por poco tiempo. Murió en julio de 1954.

Diego Rivera escribió: “El 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida. Había perdido a mi querida Frida para siempre.”

Frida Khalo escribió un diario de 170 páginas, que abarca el período que va desde 1944 a 1954. En él recoge dibujos, pensamientos, poemas y  sueños. 

Fue sin duda una mujer que luchó hasta el final de sus días con entereza y una fuerte personalidad que nunca la abandonó.

© Virginia Fernández. Poética.

domingo, agosto 16, 2015

La decadencia, el desierto




Pics: Virginia Fernández.
La decadencia,
el desierto.

viernes, agosto 14, 2015

Metamorfosis 1


Ser pez no es más que un conjunto de sensaciones, respirar a través de las branquias, beberse el océano. Se flota igual que si fuéramos pájaros sobrevolando un cielo infinito, las sensaciones son igual de fluidas.

*
Mamá, no tengas miedo a nadar.

(c) Virginia Fernández. Diarios.

Leyendo "En la trampa" de Herta Müller.


Herta Müller, premio Nobel de literatura 2009, fue hija de un soldado de las SS. A veces preguntaba a su padre sobre la guerra, él nunca contestó; un día enseñó a su padre el poema “Fuga de muerte” de Paul Celan, él simplemente la miró encogiéndose de hombros. Afirma sobre la culpa ¿Quién la siente? Ella la sentía más que su padre.

“En la trampa” es un libro en el que Herta Müller recoge tres ensayos que utilizó en unas conferencias sobre poética que impartió en la Universidad de Bonn en el año 1995. Estos tres ensayos “En la trampa”, “Di que tienes quince” y “Mi vestido volverá a ti por correo”, versan sobre el entrelazado vida y obra de tres autores Theodor Kramer, Ruth Klüger e Inge Müller, aunque en los ensayos también hace referencia a otros autores como Paul Celan o Primo Levi que obviamente no han podido separar su vida de su obra. Afirma Herta Müller que quién lo pretenda se equivocará en la interpretación.

Los ensayos son devastadores. Habla de estos autores igualándolos en la historia a pesar de las diferencias insalvables que puede existir entre ellos. Kramer y Klüger son judíos mientras Müller fue mujer soldado. Desde el punto de vista de Herta, los tres son personas rotas, escriben o se suicidan para escapar del dolor,  el miedo, la muerte o la culpa; la rotura es la misma, el desequilibrio provocado por los daños colaterales de la guerra, seas del bando que seas, y la similitud entre la propia vida y la obra, es decir, iguala la biografía a la propia obra.

Escribe Theodor Kramer:

¿Quién llama a la puerta?
Tú ocúpate de las camas.
El casero: que el día uno
nos tenemos que marchar.

¿Quién llama a la puerta?
Cerca, las fucsias en flor.
Ponme las cosas de aseo
Y no llores. Han venido.

Theodor Kramer fue uno de los poetas alemanes más conocidos antes de la época nazi. Fue perseguido a partir de 1938. Huyó a Londres, aunque su madre fue asesinada en un campo de concentración.

La segunda escritora, Ruth Klüger, De su libro Seguir viviendo (trad. De Carmen Gauger, Galaxia Gutenberg, Barcelona 1997, pág. 134) dice:

Vino rápidamente hacia mí y  me preguntó a media voz, con una inolvidable sonrisa de su irregular dentadura: -¿Cuántos años tienes?
-Trece.
Y  ella, mirándome fijamente, con enorme insistencia en la voz: -Di que tienes quince.
Había conseguido una prolongación de mi vida.

Ruth Klüger estuvo en Auschwitz  junto a su madre. El día que llegaron, su madre le propuso ir a la alambrada electrificada y suicidarse; ella dijo que no tranquilamente, como si dijese que no a ir a dar un simple paseo. Ambas sobrevivieron.

 Inge Müller, en su Llamamiento a filas escribe:

Muchacha, ahora eres soldado
Fuera rizos, fuera vestidos –la hierba
Verde o blanca, correrá a cargo del estado.

Inge Müller, fue la esposa de Heiner Müller y coautora de sus libros, aunque él no lo reflejó en ediciones posteriores a su muerte. Fue mujer soldado. Se suicidó el 1 de junio de 1966.

 La comparativa entre estos tres escritores es clara y entendible a pesar de las diferencias. Se trata de personas que han pasado por un proceso muy doloroso; son personas derrumbadas. Desde el punto de vista de la poesía soy de la opinión, al igual que Herta Müller, que es imposible una separación entre vida y obra. En toda obra siempre hay algo de biográfico.

(c) Virginia Fernández. Poética.