viernes, septiembre 28, 2012

La tarde de viernes es


La tarde de viernes es

a veces la respuesta no pronunciada,
nada nos une,
tú nunca estás,
quiero ir a cenar pero no puedo,
me gustaría estar todo el rato aquí,
todo el fin de semana escuchando
el viento golpear las ventanas
y el pijama.
No me voy a enamorar,
uno no se puede enamorar cuando ya está enamorado.
La tarde de viernes es siempre así,
impredecible, imprecisa, atemporal.
Te echo de menos.
He doesn´t exist.
¿Te gustan las estrellas?
Como tú pero en estrellas.
Me gustan los viernes
cuando llueve y es otoño.

© Virginia Fernández “la tarde de viernes es”

miércoles, septiembre 26, 2012

Como hojas de árboles


Como hojas de árboles

¿Quedaremos irremediablemente
heridos en esta ciudad
en la que sólo dan ganas de ser un pájaro
o de elevarse en la libertad del mar?
¿Quizás
perdidos?
¿Desubicados como las hojas de los árboles
cuando caen sobre el asfalto,
cuando caen sobre la humedad del otoño marítimo
de la ciudad de paredes blancas,
de edredones de invierno
y tardes a contraluz?

Dime,
¿Seremos igual que las hojas del árbol,
quizás como el sabor del mar?
¿O la fiebre?
¿Tal vez amantes,
unidos por un secreto guardado en el brillo de los ojos?

Qué triste estará la ciudad
en la ausencia de ellos,
qué solas las calles
sin sus sombras melancólicas,
niños buenos
con la inocencia perdida.


© Virginia Fernández “Como hojas de árboles”

sábado, septiembre 22, 2012

La llegada del otoño desde este lado


La llegada del otoño desde este lado

Entender la línea de separación
entre la poesía y la propia vida es necesario

Dar la pequeña vida, entregarla como un regalo incierto y asustado, envuelto en papel de celofán, a sus manos, como una pequeña libélula que tiembla.
*
La llegada del otoño con su pelo enmarañado e infantil, vestida de amarillo. Y ya no está sonriente el mar, ya no.
*
Quiero ir hacia esos paisajes infinitos y nevados, hacia ese lugar donde comenzar a caminar significa que se borrarán las huellas tras de si, quedarme sólo con el recuerdo de su rostro y olvidar el color de las nubes sobre el cielo azul, como lenguas y peces y ojos.
*
Quiero vivir otras vidas.

© Virginia Fernández “La llegada del otoño desde este lado”

jueves, septiembre 20, 2012

Pequeño


Pequeño

m
e recuerdas
a un animalito asustado,
herido
como yo,
tímido animalito
expresándose con
los ojos.

El tragaluz tiene miedo
de los rayos de sol,
de la lluvia,
de todo.
Hace mucho tiempo
que no llueve,
y también la melancolía.

No te quiero,
pequeño animalito asustado,
sólo echo de menos la lluvia.

© Virginia Fernández “Pequeño”

martes, septiembre 18, 2012

Frío


Frío

No puedo entrar
en el mundo
de él,
no puedo amar,
sólo esperar
el salto,
el silencio,
la sed,
es agotador.
No siento el frío,
pero está instalado ahí,
escondido,
esperando.
El pájaro tembloroso
como un depredador,
el miedo a sus ojos,
a la luz,
a su cuerpo,
la trampa
del tiempo
e innecesariamente
escapar hacia la playa,
correr más allá del mar.


© Virginia Fernández “Frío”

domingo, septiembre 02, 2012

La búsqueda


La búsqueda


dejémonos ya de búsquedas
esos muros no van a desvelarte la verdad
así que debes subir hasta allí,
la hiedra se aferra a la piedra
como un niño a la mano de su madre
así ya todo se comprende,
como el color de la lluvia
o los árboles lejanos,
limpio ya el cielo de vanidades

adoro mirar por esta ventana
el paisaje me adormece
como si fuera opio
entumece mis sentidos
y los libera

no soporto esas jaulas
ni a los humanos que las cierran
los pájaros están ya en libertad
eso es lo único que importa ahora

© Virginia Fernández  “La búsqueda”

sábado, septiembre 01, 2012

Lluvia


Lluvia

Llueve otra vez
y son tan tímidos sus golpeteos
al estrellarse en el suelo,
pequeño susurro que me adormece,
pequeño movimiento estéril,
disposición de esta noche
que dice adiós al mes de Agosto.
El paso hacia esta levísima nocturna humedad,
inapreciable.

Llueve,
noche sin estrellas
vértigo del tiempo,
pero habrá tantos finales,
habrá tantos en el espacio
como recuerdos.

© Virginia Fernández “Lluvia”