Ya sus manos de vos no mueven el aire en que siento, y no hay aves libres en el cielo. Sin estaciones ni aves ni cielos, mientras ella duerme, devastado, la miro. Cruza galaxias en su dormir, cruza océanos de pensamientos galácticos y mares de estrellas que la quieren consigo. Mientras la miro, sus ojos estrellados de sueños dulces y lejanos y yo sobre la cama de tierra quieta, planto besos para cuando vuelva y que estén crecidos para que los recoja despierta.
Ya mi sueño de vos es cierto. Ya tu despertar ocurre, y siento vivo el tiempo, y voy a la cocina incierta de comidas muertas y preparo el desayuno. Mi vida. Buenos días.
Fin
Por cortesía de : Gideon Richardson.
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