Estados de ánimo
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stoy sufriendo el mismo accidente
de la impersonalidad de la tarde,
del asfalto color oscuro,
de un susurro anónimo de cartón
y espera en los tejados.
Me descubro propensa a la melancolía,
agravada con el claxon de los coches,
calles llenas de paraguas
y rostros anónimos embutidos en soledad.
Estoy en esta guerra fría sin palabras,
en un mundo de papel,
con síes en la boca
y miradas desde esta torre llamada Babel.
© Virginia Fernández “Estados de ánimo”
2 comentarios:
El cambio de estaciones nos trastorna de una forma u otra y nos recuerda que somos parte y todo con la tierra que nos sustenta.
Enhorabuena
Permítase, señorita Virginia, arrancar de sí aquel estado de sopor, entumecido de mutismo soledad y saudade.
Sacerdotícese: Invoque luz, tumultos, la noche de un jueves.
Arrebolícese: Tiña de rojo neón alguna tristona calle azul.
Pacíficese: No más guerra fría. Abra el grifo del agua caliente. De haber paz, ésta debe habitar en una tina con agua entre unos 15° y 25°C.
El movimiento, el traqueteo es lo suyo, repítalo como karma en su pueblo blanco.
Susúrrelo cuando suene el mar tan cerca y tan lejos en su ciudad andaluza.
Besos, latos.
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