Hay estancias en las que uno se siente a gusto consigo mismo y no quiere salir nunca, son agradables y se está bien, a mí por ejemplo me encanta estar en la cama siempre, pero uno no puede estar todo el día arriba de la cama por mucho que nos guste, llegaría un momento en el que nos agobiaríamos, porque en eso consiste, algo nos gusta mucho si no podemos tenerlo siempre, porque si lo tuviéramos quizás dejaría de gustarnos.
Hay momentos en los que hay que salir al mundo y afrontar la realidad. En invierno por ejemplo es la mejor época para invernar, ya lo dice la palabra.
Recuerdo una vez que estuve una semana entera sin salir de la casa, era una semana que tuve vacaciones, me quedaba una semana del año anterior que no había disfrutado, era invierno y se estaba bien, la chimenea estaba encendida y afuera lloviznaba, porque donde yo vivo llovizna, no llueve y cuando llueve es una fiesta, y cuando nieva más. Un día del invierno pasado nevó y no quería ir a trabajar, quería estar todo el rato asomada a la ventana y ver todo blanco, era lindo y me daba una sensación de paz.
Estuve sin salir toda la semana y cuando por fin salí al mundo, me di cuenta que el mundo existía y a veces era feo, porque la gente hacía cosas feas, a veces bonito, porque también hay miles de cosas por las que seguir, aunque por las mañanas te levantes, vayas andando hacia tu trabajo, y antes de llegar a él ya encuentres a gente que ha pasado la noche debajo de un puente, tapada con unos cartones, hay que salir de casa e intentar vivir porque si no, en un país donde los niveles de pobreza superan con creces a todo lo que lo rodea, una persona no viviría más de cincuenta años, moriría de pena o de hambre.
Virginia Fernández “Pensamientos”.
domingo, septiembre 03, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
14 comentarios:
Hola Vir, te echaba de menos.
Pero ya has vuelto.
Salí a la calle,
y vi que la calle
estaba fuera de la vida,
justo en el centro de ella,
matándose a vivir en vida...
-San pokito Ñiño a los viandantes-
Salir suele implicar volver a entrar, aunque no siempre. Un gusto volver a leer tus letras, Virginia. Un beso
Recuerdo ese día de nieve, yo támbién pasé la mañana pegado a la ventana de la oficina.
Besos.
¿Entonces dices que tengo que ir a trabajar? :-(
joooo
Besos.
Hay momentos en que los pensamientos son crucetas llenas de emociones.
Bikos.
Cuando yo salgo me gusta pensar que volveré.
Es lo mejor de salir.
Un abrazo
Ángel: Hola niño, ya stoy por akí.Besis.
Chus: Dí a San Pokito Niño a los viandantes que: Gracias por el regalo improvisado de versos viandantes y sin tupé.besismasi.
Diego: A qué si, no es normal ver nevar frente al mar, alegre y bonito paisaje.besis.
Pablo: Lo siento por tener que dcirlo, pero sí hay q ir a ganarse las lentejillas pa.jiji.besisguapò.
Azul:Gracias por pasar y leer.besis.
Lau: Hola guapa, gracias por pasar y quedarte.besos.
Hola Vir.
He vuelto a releer tus pensamientos y creo que ahora sé que al salir de casa no debo cruzar tanto la acera para no ver lo que siempre nos parece que ha de estar en el otro lado.
Lo he probado y me ha hecho sentir una pena amarga en el corazón. He visto muchas realides que parecen historias de libros llenos de polvo, escondicos en lo más hondo de nuestros corazones; estan ahí llenas de vida, o de mala vida, pero al lado de nuestros fantásticos lujos y nuestros sueños de piel cara, sin nieve y sin ese caer suave del agua que vemos desde nuestras ventanas de doble hoja, para protegernos mejor del frío.
Ángel: Gracias niño por tus reflexiones.1bs.
Publicar un comentario