lunes, septiembre 25, 2006

El viento

Justo me asomé y te ví, andabas despistada por la calle, tu mirada me atravesaba sin verme, caminabas sin rumbo aparente, eras tan linda y tan ajena a la belleza que trasmitías, tu rostro pálido tenía una tristeza que sobrecogía, no pude evitar seguirte en tu paseo, doblaste desde la rambla hasta coger la avenida Mediterráneo, al llegar a la plaza de la Habana, torciste entrando en tu calle, donde vivías , era un edificio antiguo, muy alto, con tonos amarillentos que se notaban en decadencia, fue construido a principios de siglo por tus bisabuelos, todavía recuerdo cuando aquel lugar eran solares en los que apenas había nada, sólo algunos gatos que jugaban al parchís conmigo.
No era la primera vez que te seguía, me gustaba acompañarte en tus paseos, aunque no te dieras cuenta de mi presencia. Mis pasos eran más rápidos que los tuyos, pero yo paraba para ir a tu paso y así poder tocarte la cara.
Imaginaba historias imposibles, que me rompían el corazón, te estrechaba en mi abrazo sin que apenas lo percibieras, corrías de mí cerrando los ojos.
Intentaba seguirte pero en tu casa no podía entrar a no ser que me abrieras el balcón o la ventana, pocas veces lo hacías, me quedaba sin aliento mirándote a través de la ventana, observaba como te preparabas un baño o te sentabas a leer en el sofá.
Tu palidez me asustaba a veces, pensaba que te ibas a desmayar y ya nunca ibas a despertar, era tal mi obsesión que nunca abandonaba tu ciudad, apenas dormía velando por ti.
España no estaba en sus tiempos mejores y cada vez que salías a la calle me entraba un desasosiego que hacía que soplara con más inquietud, soldados por las calles no dejaban expresarse a nadie con dignidad, un velo que traslucía la realidad y mataba la libertad. Un día entraste en un edificio oscuro y ya nunca más saliste. Yo abandoné para siempre la ciudad.


Virginia Fernández “El viento”.

14 comentarios:

Laura Escuela dijo...

Lindo, muy lindo Vir, me encantó lo de que quedase sin aliento ante la ventana. Es una imagen preciosa, un viento sin aliento.
Un abrazote.
Tus comentarios son encantadores. Gracias

Mayte dijo...

Yo siempre te lo digo Virginia, cada día vas mejorando en calidad y contenido, cada día tocas más de cerca las emociones en quien te lee.
Biko.

Anónimo dijo...

Cierto, amiga, cierto. Recuerdo esos hechos exactamente como los cuentas porque yo, en aquellos días fríos, iba a tu lado mientras la acompañabas. Pensaba que en cualquier momento pudieras necesitar mi ayuda, para ayudarla, mis manos para acariciarla y mis besos para besarla. Era un sueño inncecesario pero ahi estaba yo, por si acaso.
También recuerdo que una vez me miraste a los ojos, con los tuyos y vi en mi, que soy todo cariño, el reflejo de una mirada maravillosamente enamorada.
Aún lo recuerdo, sí...

d dijo...

Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche, para helar el corazón de la hermosa Annabel Lee...

Viento del Pacífico dijo...

Hola Vir :)! El viento ha sido testigo de tantas historias acontecidas, de amor, de alegría, pena y tristeza. Sin embargo, siempre ha estado ahí para llevar las bellas palabras que ahora discurren por la red. Besos. Muakks.

virginia dijo...

Lau: Tú si q eres linda, q me lo han dixo.jiji.besis niña.

virginia dijo...

Azul: Muxas gracias preciosa. Siempre 1 gusto encontrate por aki ¡¡.bikos.

virginia dijo...

Ángel: No era yo, sino el viento q la acompañaba.jiji.besiswapo.

virginia dijo...

David: jeje, como siempre tus coments hacen dudar.besiswpo.

virginia dijo...

VdP: Niño cto tiempo! me alegra encontrate de nuevo * aki.besis*lared.

Anónimo dijo...

Ya lo sé, amiga mia. En aquellos dias me encantaba acompañar al viento...

d dijo...

¿Dudar de qué?. Tu escrito me recordó Annabel Lee, de Poe.

virginia dijo...

Ángel´: El viento nos acompoña irremediablemente aunque él no quiera, nosotros a él tb.besos.

virginia dijo...

d:de si te gustó.beso.