Como el beso de una espiga
o el caudal de un río
incendiado
pasan las horas
en el recuerdo,
quemándome.
Así me sorprende la tarde,
feliz flujo de luna soñada,
delicada lluvia en el
cristal con olor a frutas
mientras los niños
duermen.
© vi “Tarde de otoño”
1 comentario:
casi que escucho a esas espigas mecerse y golpearse entre ellas con los suspiros del viento...
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