Me dan miedo los domingos,
No se cómo decirle,
cómo explicarle.
Me gustaría describir
el por qué de los teléfonos rotos.
A veces extraño una nube
de Magritte,
o simplemente su calor de usted.
Su silencio consentido,
su sabor.
Me dan pánico
los domingos por la tarde,
y no alcanzo a poder
relatar la razón fundamental
de ese desasosiego,
esa inquieta nostalgia de
los centímetros de su piel.
¿Cómo convertirme en
estación de tren en
esos días de domingo?
¿Cómo ser mañana,
para dejar de ser por
un instante vacío y soledad?
¿Cómo explicarle?
© Virginia Fernández “Composición de domingo”. Fragmento de Diarios de usted.
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