Cuando
no estás, una muchacha piensa en ti,
quedando
devastado todo el paisaje,
su cuerpo,
los
músculos,
el
tacto.
Cuando
no estás, la noche se hace cada vez más noche
mientras
los minutos se acercan al infinito,
cayendo
todo el peso del mar sobre sus hombros.
**
Siento el azul metido en mi cuerpo,
el
tenue filo del frío que se aproxima,
las
horas infinitamente eternas.
Siento el corazón del pájaro que late,
los
huesos de su espalda.
Inconsolable como un lobo hambriento
o como
la noche que cae inesperada.
©
vi
2 comentarios:
inconsolable como un lobo hambriento...
muy transmitido! me gusta!
Bello como el azul de tus ojos.....
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