Hay días en los que los días no se llaman días, se pueden llamar pereza, o diapasón, o también puede que se llamen esterilla de la playa, aunque en invierno no creo que sea éste un buen nombre para los días, tan arrogantes ellos, mirándote fijamente, sin parpadear, días en su mayoría vestidos de nube ambigua, pobres días tristes.
Hay días en los que los días no tienen nombre, ni tienen apellido perfecto, ni pretérito, ni atemporal, y se llaman escombro, guerra, o rareza, pero también imagino que a veces se llamarán día luminoso y ese día me imagino que desayunarán con edredón, café y tostadas.
© Virginia Fernández “Días”
lunes, enero 05, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
los mejores días son los sin nombre...los que nosotros bautizamos..tu texto me recordó algo muy querido
un abrazo Vir
holaaaa!! soy la compañera de trabajo de tu tio melchor, me gustaria conocerte y hacer amistad me a dejado tu libro contando cuentos malabares.mi messenger es martika822@hotmail.com bss maja saluds d tu tito melchor.
Publicar un comentario