
Ejercicio 1: Pensarte 1
Es inconcluso pensarte, irrisorio, irracional, inadmisible, inconfesable, incongruente, incoloro, todo lo que quieras y que empiece por i. Es todo y nada a la vez, es un cúmulo de circunstancias sin final, es un agujero en medio del piso, o una estatua que ríe a los transeúntes en medio de la calle mientras pasas. Es incompleto, e inconcebible, es incomunicativo, inconsiderado, interminable. Es un interruptor en mitad de un bosque helado. Es una interrogación grande que se sale por la ventana porque no cabe. Es una heladera con patas, y que de repente te des cuenta de que se está fugando, eche a andar y te deje sin heladera la cocina, es antinatural. Es insuficiente e instintivo. Es insufrible, integral, intempestivo.
Y sobretodo, y ante todo es inconsolable.
Ejercicio 2: Trazos y retales de pensamiento
Pues el pensamiento está triste y jodido. Porque quieren callar su voz, pero su voz no se calla, grita cada vez más fuerte. Grita a la vez que intentan callarlo. Y dice que no lo van a callar, continua la lucha, pero ¿Es en vano su intento de reivindicación? Se siente como si fuera un espectador en primera fila, el único espectador de la obra, el primero que escucha y ve. El primero y el único que escucha, ve, y actúa, no sé. Al final, incertidumbre quizás.
Ejercicio 3: Pensarte 2
Es simple, como una fachada de Gata, de color verde, con una puerta, una ventana y un banco para sentarse a esperar, mirar el mar, sonreír. Que el pensamiento insondable inunde la única neurona viva que pueda quedar después del huracán de tu paso.
Es tan natural asomarme a cualquier rincón y que estés.
Siempre que te busco estás, pero es que sé que ya no estás.
Es tan natural asomarme a algún sitio cuadrado y encontrarte, comenzar a descender lentamente como el que baja peldaños a la pata coja, y ver que estás sentado, con las piernas cruzadas. Es inhumano, pero sigue siendo sobretodo, y ante todo, inconsolable.
Texto: Virginia Fernández “Momentos”
Foto: Manuel Gallardo “Gata”