sábado, mayo 16, 2015

Vidas poéticas, atardeceres amarillos


La tarde es amarilla,
huele a azahar.

Habito el polen
y los estornudos.

Riachuelo,
déjame entrar en ti.

Niña,
déjame mecerte en las olas.

© Virginia Fernández. Diario. Vidas poéticas, atardeceres amarillos.

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