viernes, febrero 25, 2011

Cines a pie de calle


Cines a pie de calle

Y
a no quedan cines a pie de calle
y la ciudad ya no
se sabe azul transparente,
ni siquiera se para a contar
las hojas que caen
en otoño del árbol del Paseo,
ni a mirar la ventana del cielo
cuando le da por llorar,
fotografiar ese preciso momento en el que las gotas
se suicidan golpeando contra el asfalto,
tan pequeñas.

Aquel viejo cine de barrio
lamenta el paseo de los transeúntes
que apenas recuerdan el aire misterioso
que lo envuelve,
su fachada sombría.

Y anhelando ese pasado
apenas sin darse cuenta
un muchacho de mirada triste
observa ese viejo cine,
esa antigua vocación,
mientras siente correr por las venas
la magia: el contacto con la ciudad.
© Virginia Fernández “Cines a pie de calle”. Extracto de estampas de ciudad. (Almería)

3 comentarios:

ralero dijo...

Todo se va despersonalizando, perdiendo su identidad, homogenizándose y empobreciéndose, por mucha funcionalidad, las más de las veces falsa, con que quieran embaucarnos. Es el progreso. Dicen.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Que bonito poema.Está cargado de nostalgia y de una especial sensibilidad.

Eres grande Virginia

Planta sin nombre dijo...

La magia del contacto con la ciudad y el contacto de la realidad con tus poemas.
Arriba cine Cervantes, Paradisos, Apolos y vuelta al cine de barrio!
Saludos!