viernes, enero 08, 2010

De mecanos y arandelas

Yo no quiero ser un mecano, no quiero ser piezas, ni metálicas, ni transparentes. No quiero ser tuercas, ni arandelas, ni tampoco formas infinitas. A mi no me gustan los libros de instrucciones con letra pequeña, no me gustan las instrucciones made in Taiwan, o escritas en alemán, a mi no me gustan tus textos románticos. Yo no quiero ser formal, no quiero formalidad a tu lado, formalidad espectral, oscura azul, y bastante tonta. No quiero tener piezas del mundo entre mis manos, no quiero ser pedazos de algo, de tiempo, de espacio, ni sueños contados, ni noches, ni nadas. No quiero ser tupé, ni punta tacón, ni nada de eso, ni montaña rusa, ni feria, si no se llama Risa. Yo, la verdad, lo único que quiero es verte bailar para mí alguna noche cuando el tiempo se pare en este espacio infinitesimal y cuadrado.

(c) Virginia Fernández. "De mecanos y arandelas"

2 comentarios:

Mauro dijo...

Hace mucho, mucho tiempo, hubo una física en donde el tiempo era absoluto, donde reinaba la certeza.

Un buen día, se mancilló ese impoluto reino de relojería, y desde entonces, el tiempo pudo dilatarse, los absolutos se relegaron, y Dios comenzó a jugar a los dados.

Felices quienes logran disfrutar desde entonces del cosquilleo que nos da el principio de incertidumbre.

El mismo que dice que no puedes conocer con certeza la cantidad de movimiento y posición simultáneamente, pues el lo observado es siempre modificado por el observador.

El mismo principio con que comienza y termina una buena noche.

El mismo que te puede llevar a bailar con la mujer de tu vida o a alejarte irremediablemente de ella, dependiendo de lo que digan las cartas que saques del mazo.

Me extendí....
Beso.

 Mayte dijo...

El tiempo solo cuenta en la mirada del otro.

Bikiños Vir.