jueves, agosto 10, 2006

Las panochas, Chu y mis amigos

Cuando era pequeño tenía manía al campo en verano, no me gustaba, iba con mis padres y mi hermano a recoger almendras o panochas, las panochas eran peor que las almendras porque estaban en bancales muy grandes y las tenía que coger todas, había muchas, una al lado de la otra y así todo el rato, cuando miraba al horizonte sólo veía panochas y me parecía imposible acabar, luego después de un rato grande terminaba, pero entonces había otro bancal igual de grande o más, cuando me acostaba por la noche sólo soñaba con panochas amarillas, azules y verdes, ah y rojas a veces.
Sin embargo, sí me gustaba ir al campo en invierno, cogía olivas, eso no me gustaba, pero sí ir al campo porque hacía frío, y porque me ponía una chaqueta de lana que tenía muchas bolas, era de mi abuelo, olía a caramelos de eucalipto todo el rato y me gustaba. A veces llovía y teníamos que salir corriendo, mi madre hacía migas y olía a tierra mojada, poníamos edredones en las camas y se estaba a gusto.
Anoche cené panocha, estaba rica, hacía mucho tiempo que no comía, ya no me acordaba del sabor, pero me gustó.
Ahora me gusta mucho escribir y contar historias de cuando era pequeño, como lo de las panochas o como cuando se vino una familia de intercambio a mi casa y mi gata Chu aprendió inglés, a tomar el té, a dormir en los edredones, y a acostarse muy temprano porque al día siguiente madrugaba para seguir con las clases intensivas, pues la familia solo se quedó una semana, en fin, que no aprendió inglés pero sí a decir: Nice to meet you!
Lo malo de todo esto es que cuando escribo algo, y les digo a mis amigos que lo lean, sólo saben decirme: ¿Pues no era edredón con hache?

VirginiaFernández “las panochas, Chu, y mis amigos”

13 comentarios:

Anónimo dijo...

ya... pero es con hache o no.... :P

Está chulo, vir.

Un beso.

Pablo

Mayte dijo...

Y para que son los amigos...sino para tocarnos a veces las narices;)

Na...recordar es volver a sentir cosas chulas...como tu relato!!

Mil bikos.

Laura Escuela dijo...

:)
Me encantó

Laura Escuela dijo...

¿Por qué?
¿Por qué la sala de espera?
¿Por qué me encantó tu escrito?

;) ¿Por qué... qué? jeje. Siempre y lamentablemente hay momentos en que el azufre envenena los ojos, y no hay más camino que esperar que pase la tormenta... ¿no?

Anónimo dijo...

Amigos, panochas, y gatos en inglés. Todo cabe bajo un h-edredón con "hache", cuando el invierno se asoma como si fuese otoño, y confunde a las noches que saben a agosto. Me ha gustado mucho, entero, hasta el patio.
Un beso.
chus

Anónimo dijo...

Yo también quiero comer un día de éstos panochas...para recordar, aunque la verdad es que leyendote también recuerdo muchas cosas bonitas.
Me encanta...

Anónimo dijo...

Hola Vir.
Tu relato sabe a nostalgia y ternura.
Me has hecho pasar un rato agradable leyéndote.
Muakis

virginia dijo...

Tú si que eres chulo PAblo.besos.

virginia dijo...

Gracias azul.bikos.

virginia dijo...

Lau: gracias preciosa.1 gusto que me leas.besos.

virginia dijo...

Chus, compañero de patio, como vengo del invierno ahora, ya no lo hecho de menos.besos.

virginia dijo...

Gracias Ángel, eres un sol, besos.

virginia dijo...

Besis Stu, me alegra que hayas pasado buen rato con mis letras.