Cuando
entra en mi casa con sus ojos de tormenta
llena
de relámpagos todo el edificio,
arrastra
ríos que incendian
y
es divertido cuando vamos hacia la cascada
no
quiero dejar a nadie tan triste
pero
los lugares inhóspitos,
y
esos ojos tan grises…
hacen
que me introduzca en el anochecer ópalo y aguamarina
de
sus garras
todo
esto, sin duda, puede ser divertido…
pero
el río está muy hondo.
©
Virginia Fernández Collado “Los tigres también tienen corazón y es de color aguamarina”
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