Diario de Seinäjoki
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o sé en qué lugar
del camino me perdí,
ni cómo llegué
sin perder un trozo de juventud.
No sé si leerás alguna vez
este poema.
Las figuras se deslizan
silenciosas por la calle
y siempre está este maravilloso
paisaje blanco.
No sé dónde me perdí,
ni en qué lugar alguien sonrió,
los abrazos nunca aparecen
en esta ciudad de lago de cristal
y la nieve suena a silencio.
Ahora está nevando
y creo que no va a parar hasta primavera,
el cielo es brillante por la noche
y no hay estrellas,
ni pájaros, porque nadie los mira,
porque los niños duermen
mientras los árboles están
cada vez más blancos.
© Virginia Fernández “Diario de Seinäjoki”
1 comentario:
El ser humano, en mi poco acreditada opinión, no está dotado para compreder el por qué, el cómo ni el cuándo de cada pérdida. Puede que se trate de un mecanismo de defensa, para esos casos en los que, al descifrar esos enigmas, comprendiéramos desolados que no fue justo haber perdido el camino, las personas o la esperanza.
Abrazos.
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