martes, julio 29, 2008

El pensamiento se oye desde aquí

Por lo menos yo lo oigo, clarísimamente, como si tuviera a Javier sentado aquí a mi lado. No soy ninguna adivina eh? Pero todos eso años juntos pues que quieres que te diga, nos conocemos muy bien. Otra bronca hemos tenido, de las gordas. “tengo que pensar”, así se ha quedado. La verdad es que pensar encerrado en un piso, sin salir, es tontería. Das vueltas, se acumulan las colillas en el cenicero, total, para qué, rumiar y rumiar, no sacar nada en claro, siempre la misma mierda. Con lo bien que se está aquí en esta terracita. No sé, el mar relaja, hay mil cosas que ver y no ver. Se ve la vida de otra forma. Domingo por la mañana, cafelito, leer el periódico. Los niños juegan en la playa, sus risas agudas suben en esta mañana de cielo azul. Pequeños placeres de la vida. ¿La felicidad? Eso, nada más.
Y el otro encerrado en el piso, rumia que te rumia.
Es posible que los humanos tengamos algún engranaje de más en la cabeza. Mira que la vida puede ser sencilla. Centrarse en el momento. Ni darle vueltas al pasado, ni desesperarse por lo que pueda pasar. El momento presente, ahí está. Esta mañana de domingo, estos niños jugando, este cielo azul, este sol de invierno y este viento que acaricia mi piel.
Suena el móvil, Javier. Sonrío, “Dime cariño… Has pensado mucho? … ¿Y qué te parece si nos vamos a Sitges y lo hablamos mientras nos comemos un arroz con bogavante? Si en aquel sitio que te gusta tanto… Y un buen vino blanco, que no falte, ayuda a pensar… Acércate a recogerme a la terracita de la playa, sí eso, en 10 minutos, yo también te quiero”.

Texto: Daniel Ortega “el pensamiento se oye desde aquí”

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tedio nos inunda, nos inquieta, nos absorbe.
Me ha gustado mucho y ya sabes que en Almería casi nunca llueve.

besos y que lo pases bien en A.

-virginia-