sábado, julio 08, 2006

Tiempo que corre y no entiende lo que dicen las palabras

Como siempre, su tiempo no llegó a tiempo para caber en un reloj, tampoco llegaron los minutos, ni los segundos, que eran los que más corrían, incluso los minuteros de los relojes llegaron al destiempo de parar el aguacero de lunas que les vino encima sin esperarlo, las estrellas tampoco pudieron esperar y escaparon a ese tiempo sin esperanza que son las noches sin ellas, claro que a su vez las manecillas de los relojes hicieron huelga y gritaron un no al tiempo de las horas sin ti, mientras las guerras terminaron al tiempo de no haber empezado nunca, que horror lo de las guerras, siempre atemporales, que catástrofe esto de las horas, que nunca quieren parar y siempre van con prisas, corren y corren atropellándose como ciudad con mucha gente en la que el tiempo es oro, como dicen algunos, y la gente corre sin parar y sin mirar a los ojos, con lo fundamental que es eso de mirar a los ojos, sobretodo cuando el tiempo no nos deja ver.
En el sur el tiempo se lo piensa dos veces antes de seguir corriendo, aquí el tiempo se calma después de comer y echa una siesta mientras los niños juegan a que duermen, y a inventar para no aburrirse al tiempo sin noches, y al tiempo con días y con muchos juegos, por ejemplo juegos que consistan en esconderse detrás de los armarios para que el tiempo no los encuentre, y a esconderse debajo de las camas de sus abuelas para hacerlas rabiar, al tiempo que ellas les tiran armónicas a la cabeza por no dejarlas dormir.
Sin embargo, tú si llegaste a tiempo de verme pelear con el tiempo por un trozo de luz al anochecer y conseguirlo, a la vez que el tiempo intentaba hablar a las palabras, pero las palabras ya no entienden lo que pasa con el tiempo, yo tampoco, ni tú.

VirginiaFernández “Tiempo que corre y no entiende lo que dicen las palabras”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora, con el paso de los años yo también juego a que paro un poco el tiempo. Detengo su carrera y me entretengo en mirar despacito como una flor se me acerca a la nariz y me besa. Después, cuando ve que me he puesto rojo, disimula con picardía para no ofenderme.
Otras veces camino hacia atrás, sólo un poquito, par darme el gusto de ver como vuelvo a oir mis pensamientos, esos que se quedaron atrás , entre el manzano y elcerezo de ese campo tan verde que hay al lado del rio.
Así, contento, me duermo entre el olor de las sonrisas de los que me miran y piensan que aún he de madurar un poco más. Y soy feliz.

Gracias Vir por tus palabras.

Viento del Pacífico dijo...

¿Por qué somos esclavos del tiempo? Habitamos en un mundo acelerado, marcado por las fechas y acontecimientos. Muchas veces me gustaría parar el tiempo y hacer un flashback para recapacitar sobre lo andado. Es cierto que no podemos vivir del pasado, ni tampoco tener nuestra mente puesta en el futuro incierto. El presente que nos toca vivir pasa tan rápido que para mí ya es pasado. Besos.

virginia dijo...

Ángel:Denada.1placer que mi relato te inspire tantas sensaciones.1bs.Vir.

virginia dijo...

VdP:El presente es infinitamente leve, es como la insoportable levedad del ser, pero elevándolo al tiempo con reloj.1besidmelocotón.