sábado, diciembre 31, 2011

Christmas Song


Canción de navidad


“ Como lobos en una estación seca
germinamos por todas partes
amando la lluvia,
adorando el otoño”
-Mohammed al-Maghout-


D
espiértate ahora
en este instante
que yo no olvido
e inunda una pequeña vida
de ojos y sonrisas,
de niños jugando
y sol de invierno.

Despiértate ahora
antes de que oscurezca
y la noche me abrace
con celo de amante
y abra sus brazos
con manos suaves,
con manos de decir luna
o pájaro que vuela libre.

Porque la alegría
no es mi profesión,
despierta
y baila un cántico
que se eleve en el cielo
o en un campo de espigas
e ilumine, ésta,
mi pequeña vida,
polvo de estrellas entre tus manos.

© Virginia Fernández “Canción de navidad”

viernes, diciembre 30, 2011

Papiroflexia


Papiroflexia

Por debajo de mis labios
yo
 siempre estoy sonriendo.
-Latir interior alegre- Eba Reiro

C
on mis manos
hago un juego
cuando se que no miras
y la luz es tan tenue
que tus ojos sonríen
mientras salen pajaritas de papel
del contorno de tus labios
y no hay palabras,
no habrá palabras
nunca más,
aunque sonreiré
debajo de mis labios,
porque mis labios siempre
sonríen cuando las pajaritas
de papel salen a volar,
cuando no necesitan comprender
cómo pueden vivir esos ojos,
cómo pueden existir esos ojos
y no amar.

© Virginia Fernández “Papiroflexia”

martes, diciembre 27, 2011

Invierno




Invierno


Es demasiado bello para ser verdad


A
 lo lejos se pierde
la esperanza
en este mar blanco del invierno,
gravedad que me sostiene
en el mes de Diciembre.

El invierno es de color blanco
mientras a lo lejos se pierden
los sueños.

Sal a correr niña indefensa,
haz vibrar los árboles
que no quieren entender.

Me gustaría traspasar
el asfalto
que se abre hacia el abismo,
no te acerques,
esta canción
es sólo
un paisaje desconocido.

El amor es una enfermedad,
una tormenta negra
en una estación equivocada,
como el invierno y este mes,
mientras a lo lejos
en las copas de los árboles
los mapas se pierden.


© Virginia Fernández “Invierno”

sábado, diciembre 24, 2011

Aparición




Aparición


N
o sé de dónde apareció,
¿Estaba entre el ruido
de la noche?
¿Estaba en esa esquina oscura
de mis ojos?
Cara pálida.

Bailaba en el asfalto
¿Miedo en sus ojos?
Silencio.

Mirada perdida
naufragios,
¿Qué más da?

Yo pensé
que sería un ángel
y llovía.

© Virginia Fernández “Aparición”

jueves, diciembre 22, 2011

December...


Hueco

A
quí donde estoy
es diciembre
pero no hace frío,
sólo un sol cegador
que se confunde
con la línea azul
del horizonte.

Aquí donde habito
se caen las persianas
como pestañas dormidas
y no hay naufragios
ni pesares.

Aquí donde vivo
establezco pactos
con las nubes
y sólo siento
un gran vacío en el pecho
justo en el hueco entre los dos
en el que tú faltas.

© Virginia Fernández “Hueco”

domingo, diciembre 18, 2011

En una ciudad


En una ciudad


E
n una ciudad
sumida en la más absoluta oscuridad
viven mis ojos depredadores
y las certezas escondidas en mis labios.

En esta ciudad en penumbra
vivo pensando,
preguntándome…
por esos sueños blancos,
demasiado pronto oscurece…
y es oscuro el color del mar.

Sombra inexplicable
que sonríe.
No sonrías,
aléjate o
déjame mirarme
en tus ojos asustados.

Sombra estéril de niña asustada
me siento morir
cuando a la noche faltas.

Niña asustada,
en algún lugar
me sentiré morir
cuando esto que estoy sintiendo
ya no tenga ningún remedio…           
y sea verdad.


© Virginia Fernández “En una ciudad”

miércoles, diciembre 14, 2011

Anywhere...


En algún lugar


See you anywhere…


Q
uedaremos desolados
pero felices
en algún lugar desconocido,
pero en casa.

Desaprendo tu camino
y estás delgado,
muy delgado.

Subo un camino infinito
pero caeré
pintando tu rostro de azul
y estarás despistado,
pero feliz.

Sé que quedarás desolado
pero feliz.


© Virginia Fernández “En algún lugar”

martes, noviembre 29, 2011

paredes o-bli-cu-as


Paredes oblicuas

“…estamos aquí en el hueco entre nosotros"
Juan Antonio Bernier

C
omo estar abrazados
en el microcosmos de la habitación
de paredes oblicuas.

Con las luces tenues de la calle
y la ingenuidad de la juventud
dibujada en la cara,
ahora se cuela la luz
por las rendijas de las persianas.

Una luna reflejada
en la pared,
miedo.

Ahora somos árboles blancos,
estamos delgados,
tus ojos oscuros
me miran,
estamos cada vez más delgados,
somos extraños y delgados.

La habitación ahora
es más pequeña
cierra los ojos
….
¿Qué ves?
Nada.

© Virginia Fernández “Paredes oblicuas"

domingo, noviembre 27, 2011

Blue


Cielo azul

“Todavía tengo estrellas,
todavía tengo pestañas”
-Elise Plain-

A
quí sólo hay cielo
que se confunde
con la línea del mar.
En voz baja un susurro,
en voz baja…
Como una fotografía
en un mar de girasoles.

En la niñez no hay muerte,
sólo el canto de los grillos.
La infancia es ese lugar donde
no existe el tiempo.

Aquí sólo hay árboles de metal
y miedo.
En la infancia no existe el miedo,
en voz baja un susurro,
en voz baja…

Nuestras caras están pálidas
y se saludan en el sol de invierno,
sólo hay cielo arriba
y es azul
porque no hay ayer
ni palabras gastadas.

© Virginia Fernández “Cielo azul”

viernes, noviembre 18, 2011

Bird_illusion


Como un pájaro

You are like a bird

R
esbaladiza es la calle
por la que pasean tus pasos,
mientras las aceras te miran,
impasibles, acongojadas,
sintiendo un mareo que no se nota,
en el que flotas,
como el milagro de las nubes de aquella tarde,
¿Te acuerdas?
o los despertares entre cuatro paredes
con reflejos de fondo,
halo errante en tus ojos
hermano,
mi hermano.

Vivimos en las mismas horas
que son desacompasadas,
triste horario de amanecer sin espalda
y sin huellas,
igual que yo…

Hermano,
mi hermano
¿En qué lugar te encontré?
¿Por dónde iría?

Tú eres como un pájaro,
que sonríes y no te enfadas,
aunque esto importa menos,
porque tienes miedo,
porque los pájaros tienen miedo
y yo.

© Virginia Fernández “Como un pájaro”

miércoles, noviembre 16, 2011

Puerta de atrás


Mundo aparente

P
or la puerta de atrás escapo
a varias vidas que no me pertenecen,
me elevo en la ignorancia de la juventud
recién muerta
y escapo a otros mundos
llenos de sutilezas que se borran
entre la niebla,
que no me dejan ver.

La puerta de atrás me ofrece
otro mundo posible,
con lágrimas en los ojos
me sumerjo en tinieblas borrosas
y paisajes turbulentos de ladrillo
agresivo,

        adiós…. quiero desaparecer.

Con los ojos inexpresivos te recibo
mundo aparente,
fue un sueño,
no quiero puertas de atrás
ni vías de escape,
porque me pierdo
y mis ojos siguen soñando despiertos.

© Virginia Fernández “Mundo aparente”

lunes, noviembre 14, 2011

Noviembre


Memorias de noviembre

Yo no escribo el poema,
el poema me escribe a mi.


E
n los mundos de tu memoria
nos lleva la corriente
y la niña de las hojas muertas sonríe.
Los edificios no quieren ser noviembre
y sin embargo, lo es en mis paredes,
en mi pelo
o en la calle dibujada de semáforos.

Desde lo alto de la azotea
siento el miedo en tus mejillas,
desde la esquina de tu mirada esquiva.

Hace frío
y es completamente noviembre
aunque no lo quieras,
en tu abrigo,
en tus ojos amueblados de viejas fotografías,
en tus labios recién descubiertos,
en este viernes.

Nuestras posibilidades eran una entre un millón
y nunca pensábamos que íbamos a envejecer,
pero allí estábamos,
nosotros,
sonrientes y mojados
y ahora, cuando llega el invierno otra vez,
esas caras tan tristes.


© Virginia Fernández “Memorias de Noviembre”

lunes, noviembre 07, 2011

Intoxicated


Intoxicada


N
os intoxicamos
de cielo anaranjado y asfalto
a 80 kilómetros por hora,
de aquel paisaje plano
de postal exótica
y del color de tu jersey.

Nos miramos con ojos que no existían
en aquel país
que construimos para un rato,
¿Quién te vio morir sino yo?
¿Qué fuiste?

Intoxicada de una tarde de frío,
abrí la ventana para
salir a volar,
cerré los ojos y me convertí
en ángel.

No quiero fotografías
que serán recuerdos del tiempo,
cógeme de la mano.


© Virginia Fernández “Intoxicada”

sábado, noviembre 05, 2011

Sunny November...



Noviembre es de cristal


Y
o sólo quiero tus noches
para alimentar las fachadas de las calles
que quedan deshabitadas,
las ciudades que me asustan,
para acompañar a los gatos en las aceras,
para que esa parte efímera del ser humano
arranque de una vez a hacerse eterna,
para no sentir ese frío.

Yo sólo quiero mis noches
cayendo como cascadas por tus pestañas
y reírme a carcajadas con el corazón encendido,
para no ser esa niña fría y pálida de la muerte,
para no querer despertar.

Yo sólo quiero tus manos
para que me agarren al viento
e inventen partituras con los claxon de los coches,
que noviembre sea de tela con domingos de cristal.

Yo sólo quiero tus noches
y tu pelo al despertar.

© Virginia Fernández “Noviembre es de cristal”

lunes, octubre 31, 2011

Silvery Night


Noche plateada

E
ncontrar ese trozo de paz
en esta tarde azul oscura,
entre las paredes amarillentas
de mi apartamento con fotos,
se me hace teóricamente difícil.

Ha oscurecido,
imperceptiblemente,
lentamente
y hoy es uno de esos días propicios para conversar
con alguien distinto a ti mismo.

Es absurdo buscar respuestas.
No las busques en los acordes desgarrados
de algún músico nacional.

Encontrar asilo en tus ojos
o vivir en tu pelo me resulta fácil
mientras la noche va dibujando su silueta.

Quiero cerrar los ojos,
pensar en la edad relativa del amor…
en el naufragio de esta noche plateada,
y lo sé, lo sé bajo esta luna,
bajo este cielo,
con las manos frías.


© Virginia Fernández “Noche plateada”

viernes, octubre 28, 2011

Llueve y ésto se llama verso_poema:


Esta tarde

E
sta tarde habla una música lejana,
a lo lejos
en aquel horizonte que dibuja el mar
mientras mi cuerpo responde por inercia
y mi mente viaja por otros universos,

esta tarde ....

© Virginia Fernández “Esta tarde”

miércoles, octubre 26, 2011

Qué bonito estaba el cielo ayer por la tarde...


Me pregunto


No me ames, que me muero
-Celia Gómez-


E
stas imágenes…

Me pregunto…
El cielo,
éste en concreto,
el color de las nubes,
como se respira aquí bajo este cielo azul,
el color de unos ojos distintos a los tuyos.

Me pregunto…

como se mueven esos arbustos
a medida que avanzo por la carretera,

el paisaje que forman esos edificios
y esta melancolía.


© Virginia Fernández “Me pregunto”
Ilustración: Janik Coat.

sábado, octubre 22, 2011

¿Fantasía o realidad?


Interior anodino
The resultant whole exceeds the sum of its parts.

A
 mi también me ha llegado
a conmover alguna vez
tu secreto de musgo
impregnado en el aire,
parado como una fantasía
delante de mí,
tu delicadeza
que pretendía ser blanca y pura,
pero que no lo era
ni lo es.

Por eso no lo admito más,
por eso no te admito más.

Interior anodino y andrógeno,
asúmelo,
no lo es
ni lo fue.

Admítelo
y no te lamentes.

© Virginia Fernández “Interior anodino”

jueves, octubre 20, 2011

No me mires con tus ojos de extrarradio...


Sentirse niña Monelle

“Porque estoy sola tú me darás el nombre de Monelle, pero no olvidarás que tengo todos los otros nombres”
 Marcel schwob: El libro de Monelle.


H
oy me siento Monelle
mientras escucho su silencio
aquí a mi lado.
Pienso en sus pies fríos tocando el asfalto,
paseando hacia ninguna parte.

Hoy sí me siento película muda
y frío de Montevideo en invierno.

He construido un edificio de cristal
pero se ha caído después de muchas guerras,
ahora ella pasea por mi cabeza
y el humo entre sus pasos no deja huella.

Niña Monelle,
no estés triste.

No es fácil sentirse Monelle
pero esta tarde aquí contigo
los ojos se oscurecen como la noche,
de nada sirve abrir ventanas.

No estés triste
ni me mires con tus ojos de extrarradio
que me siento perdida en esta mesa donde suelo
sentarme a escribir,
yo tampoco tengo nombre
y me olvidarás,
lo sé.

© Virginia Fernández “Sentirse niña Monelle”

miércoles, octubre 12, 2011

No me interesan ni tus vaqueros ni nada...


Pareceres

N
o me interesan
las líneas limítrofes
que no te rodean,
ni siquiera si son
del color del mar.

Nunca me interesaron
los árboles terrenales,
ni los días sin lluvia,
ni el olor a pincel.

No me acomodan
para nada los días sin ti,
ni el color de la luz
que atrapa una mano
distinta a la tuya.

No quiero mantas,
ni manos,
ni tacto,
ni aroma.

No me interesa
para nada bailar un vals
sin música de orquesta,
ni tus vaqueros,
ni nada.
© Virginia Fernández “Pareceres”