viernes, agosto 14, 2015

Leyendo "En la trampa" de Herta Müller.


Herta Müller, premio Nobel de literatura 2009, fue hija de un soldado de las SS. A veces preguntaba a su padre sobre la guerra, él nunca contestó; un día enseñó a su padre el poema “Fuga de muerte” de Paul Celan, él simplemente la miró encogiéndose de hombros. Afirma sobre la culpa ¿Quién la siente? Ella la sentía más que su padre.

“En la trampa” es un libro en el que Herta Müller recoge tres ensayos que utilizó en unas conferencias sobre poética que impartió en la Universidad de Bonn en el año 1995. Estos tres ensayos “En la trampa”, “Di que tienes quince” y “Mi vestido volverá a ti por correo”, versan sobre el entrelazado vida y obra de tres autores Theodor Kramer, Ruth Klüger e Inge Müller, aunque en los ensayos también hace referencia a otros autores como Paul Celan o Primo Levi que obviamente no han podido separar su vida de su obra. Afirma Herta Müller que quién lo pretenda se equivocará en la interpretación.

Los ensayos son devastadores. Habla de estos autores igualándolos en la historia a pesar de las diferencias insalvables que puede existir entre ellos. Kramer y Klüger son judíos mientras Müller fue mujer soldado. Desde el punto de vista de Herta, los tres son personas rotas, escriben o se suicidan para escapar del dolor,  el miedo, la muerte o la culpa; la rotura es la misma, el desequilibrio provocado por los daños colaterales de la guerra, seas del bando que seas, y la similitud entre la propia vida y la obra, es decir, iguala la biografía a la propia obra.

Escribe Theodor Kramer:

¿Quién llama a la puerta?
Tú ocúpate de las camas.
El casero: que el día uno
nos tenemos que marchar.

¿Quién llama a la puerta?
Cerca, las fucsias en flor.
Ponme las cosas de aseo
Y no llores. Han venido.

Theodor Kramer fue uno de los poetas alemanes más conocidos antes de la época nazi. Fue perseguido a partir de 1938. Huyó a Londres, aunque su madre fue asesinada en un campo de concentración.

La segunda escritora, Ruth Klüger, De su libro Seguir viviendo (trad. De Carmen Gauger, Galaxia Gutenberg, Barcelona 1997, pág. 134) dice:

Vino rápidamente hacia mí y  me preguntó a media voz, con una inolvidable sonrisa de su irregular dentadura: -¿Cuántos años tienes?
-Trece.
Y  ella, mirándome fijamente, con enorme insistencia en la voz: -Di que tienes quince.
Había conseguido una prolongación de mi vida.

Ruth Klüger estuvo en Auschwitz  junto a su madre. El día que llegaron, su madre le propuso ir a la alambrada electrificada y suicidarse; ella dijo que no tranquilamente, como si dijese que no a ir a dar un simple paseo. Ambas sobrevivieron.

 Inge Müller, en su Llamamiento a filas escribe:

Muchacha, ahora eres soldado
Fuera rizos, fuera vestidos –la hierba
Verde o blanca, correrá a cargo del estado.

Inge Müller, fue la esposa de Heiner Müller y coautora de sus libros, aunque él no lo reflejó en ediciones posteriores a su muerte. Fue mujer soldado. Se suicidó el 1 de junio de 1966.

 La comparativa entre estos tres escritores es clara y entendible a pesar de las diferencias. Se trata de personas que han pasado por un proceso muy doloroso; son personas derrumbadas. Desde el punto de vista de la poesía soy de la opinión, al igual que Herta Müller, que es imposible una separación entre vida y obra. En toda obra siempre hay algo de biográfico.

(c) Virginia Fernández. Poética.

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