miércoles, abril 19, 2006

Los parentescos

Déjame contarte algo que quisiera que me contaras. El comienzo de los comienzos. Sí, es difícil, pero todos hemos tenido ese principio, más o menos difícil o doloroso, según la situación, pero no deja de ser comienzo o final de algo, según se mire. Antes tengo que hacer un preámbulo, es decir, explicarte cosas que deben ser entendidas antes de empezar una historia. Mira Mi Lu, primero tienes que saber qué son las táteles, las mámeles y las búbeles, porque sin comprender eso no podemos empezar. Me has preguntado que si una tátele es una Amelie o una Adele, pues te digo que sí, pero quiero que sepas que todos los niños del mundo tienen táteles o casi todos y no todos se llaman Amelie o Adele, puede que se llamen Narea o Ainés o también pueden ser Denis o Ibai o muchos más nombres, éstos son los hermanos de nuestros padres. Si nuestros padres no tienen hermanos no tenemos táteles y es muy triste porque no podemos jugar con ellos, ni nos hacen cosquillas, ni nada. Por todo esto yo soy tu tátele Amelie, me quieres y me gusta cuando me dices txori te echo de menos. Por otra parte resulta que las mámeles son las mamás, las mamás de nuestras mamás son las búbeles, las queremos mucho y a su vez ellas nos quieren. Y así todo el rato, ¿Ves qué fácil?.
Bueno, pues la mámele Baia está muy triste porque la tátele Adele se ha tenido que ir lejos, y la razón es muy complicada, porque las personas mayores hacen cosas complicadas y sin sentido, ni lógica, aunque ellas crean todo lo contrario. Luego se escriben cartas con fotos y letras. La tátele cuando nos escribe nos cuenta que está bien y quiere que vayamos todos a vivir allí, dice que allí la gente es buena y la tratan muy bien. Por otra parte la mámele no quiere dejar su casa, pero también está harta de que le pinten letras feas en su fachada. Por eso la mámele llora y te abraza y tú no lo entiendes. Tampoco sabes lo que son los parentescos, sólo te ríes y le haces cosquillas, luego vienes a que tu tálele te explique las cosas de los mayores y todas las letras raras que forman palabras raras, pero pasa que a veces yo no se contarlas como tú quieres que las cuente.

VirginiaFernández “Los parentescos”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vecina, bonita forma de contar cómo los mayores cuentan, y descuentan, la razón a la vida, y a sus parentelas. Un beso.



salud

virginia dijo...

Gracias veci. Está basado en "Las cartas que no llegaron" de Mauricio Rosencof.beso.

Mayte dijo...

El comienzo sin comienzo que embraga todos los finales y entereje sentimientos!

Mmuy chulo niña, ahora que ya te tengo fichada en bloglines...no me perderé nada de lo que escribas!!


Mil bikos ;)

virginia dijo...

Gracias azul. Bikos pa ti también. He cerrado el otro temporalmente.Muakss.