Elementos
A Pablo Neruda
Amanece y eres mar
y no oleaje.
No dentro de ese abismo profundo y oscuro,
sino aislado componente y único,
incomparable y maldito,
solo en tus sueños,
y en tus incendios.
Amanece poeta y eres siempre
composición de lluvia
y llanto.
A veces viento,
incandescente, irremediable.
Eres bosque
y tierra,
fragilidad chispeante,
estrellas en el ocaso.
Neruda,
bajo tu abismo,
y tu crepúsculo
crecen y se quedan en el olvido
los sauces,
absurdo mundo.
Poeta fuiste de la calle,
amanece y ya no estás
Neruda,
qué triste se queda todo.
A veces siento un infinito
aquí en mi pecho, tan grande,
a veces cuando tú sonríes y silbas
y te conviertes en viento.